La jefecita
Toda a familia hizo una llamada, y fuimos a festejar los ochenta años de la abuela. Se junto junto toda la familia y fuimos a comer a un restaurante muy fino, donde hay que ir de traje. El restaurante se encuentra en Villa Quietud, Lugar que sabemos es una ciudad conservadora, donde se asustan por cualquier cosa inapropiada. Se nos hizo tarde por que había unos jóvenes protestando donde se encuentra el presidente de la ciudad.
Toda la familia fue, sin excepción. Mis amigos de toda la vida, con sus hijos; mi tío con su hermosa novia y como olvidar a la abuela y al abuelo. Después vino la comida: un delicioso pavo que nada mas de acordarme me da hambre, acompañado de algo muy rico. Y como olvidar el alcohol, si toda la familia se se paso tomando. Y todas la mujeres que siempre son muy escandalosas y sentimentales,que vamos a cantarle las mañanitas a la abuela y todas se pusieron a llorar. Lo bueno es que no veré a toda la familia reunida hasta el año que viene, esperando el cumpleaños de la abuela, espero que no se nos muera. ¡Ni Dios lo quiera!
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